Jutba pronunciada en la Husainiya Imam Rida (P) de Sevilla, el 24 de noviembre de 2017

1ª Parte: La necesidad e importancia de la purificación del alma

لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ الْعَظيمُ الْحَليمُ لا اِلـهَ اِلاَّ اللهُ رَبُّ الْعَرْشِ الْكَريمُ اَلْحَمْدُ للهِ رَبِّ الْعالَمينَ

la ilaha illal lahu al‘athimul halimu la ilaha illal lahu rabbul ‘arshil karimul hamdu lillahi rabbil ‘alamin

No hay divinidad sino Allah, el Infinito, Prudentísimo. No hay divinidad sino Allah, Señor del Trono Glorioso. Alabado sea Allah, Señor de los universos.

اَلْحَمْدُ للهِ الاَوَّلِ قَبْلَ الاِنْشاءِ وَالاِحْياء وَالاْخِرِ بَعْدَ فَناءِ الأشْياء

alhamdu lillahil auuali qabla l'insha'i ual ihia'i ual 'ajiri ba'da fana'il ashia'i

Alabado sea Allah, el Primero anterior a la creación del universo y los seres vivos y el Último luego de la desaparición de todas las cosas.

اَلْحَمْدُ للهِ الَّذى لَمْ يُشْهِدْ اَحَداً حينَ فَطَرَ السَّمواتِ وَالاَرْضَ

alhamdul lil lahil ladhi lam iushhid ahadan hina fataras samauati ual arda

Alabado sea Allah, aquel que no tuvo testigos cuando creó los cielos y la tierra

وَلاَاتَّخَذَ مُعيناً حينَ بَرَأ النَّسَماتِ

ua lat tajadha mu'inan hina bara'an nasamati

y no necesitó ayudante cuando creó los seres.

للّـهُمَّ صَلِّ عَلَى مُحَمَّـدٍ وَآلِ مُحَمَّـد

allahumma salli 'ala muhammadin ua ali muhammadin

Allahumma Bendice a Muhammad y a la Familia de Muhammad

وَصَلَّى اللهُ عَلَى رَسُولِهِ، والأَئِمَّةِ الْمَيامِينَ مِنْ آلِهِ

ua sallallahu 'ala rasulihi ual a'immatil maiamina min alihi

y que Allah Bendiga a Su Mensajero y a los santos Imames de su Familia,

وَسَلَّمَ تَسْـلِيمًا كَثِيـرًا

ua sallama tasliman kaziran

y les otorgue abundante Paz.

صَلَّى اللّهُ عَلَيْهِمْ أَجْمَعِينَ، وَلَعَنَ اللّهُ أَعْداءَ اللّهِ ظالِمِيهِمْ مِنَ الاَ وَّلِينَ وَالاَخِرِينَ

sallal lahu 'alaihim ayma'ina ua la'anal lahu a'da'al lahi thalimihim minal auualina ual ajirina

Allah os bendiga a todos y maldiga a vuestros enemigos, los opresores, desde el primero al último.

* * *

AS SALAMU ‘ALAIKUM

Dice Allah (SWT) en la sura Ali 'Imran, sura de La familia de Imran:

لَقَدْ مَنَّ اللَّهُ عَلَى المُؤْمِنِينَ إِذْ بَعَثَ فِيهِمْ رَسُولاً مِّنْ أَنفُسِهِمْ يَتْلُو عَلَيْهِمْ آيَاتِهِوَيُزَكِّيهِمْ وَيُعَلِّمُهُمُ الكِتَابَ وَالْحِكْمَةَوَإِن كَانُوا مِن قَبْلُ لَفِي ضَلالٍ مُّبِينٍ

Laqad manna Allahu ‘ala almu`minina ith ba’atha fihim rasulan min anfusihim yatlu ‘alayhim ayatihi uayuzakkihim uayu’allimuhumu alkitaba ualhikmata ua-in kanu min qablu lafi dalalin mubinin

«En verdad, Dios agracia a los creyentes al designar un Mensajero de entre ellos mismos, que les recita Sus versículos y les purifica y les instruye en el Libro y en la Sabiduría, cuando antes estaban en un extravío evidente».

Corán 3:164

Las enseñanzas de los profetas se pueden agrupar en tres apartados escalonados que sucesivamente son el relacionado con las creencias y la fe (el tawhid), el concerniente a la práctica y la acción (la sharia), y por último el referente a la ética y la moral (el ajlaq).

Con referencia a este tercer grupo de enseñanzas, así como el ser humano tiene un cuerpo que se desarrolla y comporta animalmente, posee también una dimensión más allá de la mera materia que lo diferencia de cualquier otro componente del reino animal, que es la dimensión espiritual, el alma, el nafs en árabe.

El ser humano habitualmente cuida y se preocupa por la salud y bienestar de su dimensión corporal y se inquieta porque el descuido de esta faceta pueda llegar a producir un deterioro que lo conduzca al malestar físico, a la enfermedad o incluso la muerte.

La faceta espiritual del ser humano también precisa de un cuidado para su bienestar.

Al igual que el cuerpo animal necesita alimentarse, la dimensión espiritual del ser humano, también requiere de alimentos para su desarrollo, los cuales son por ejemplo la adquisición de conocimiento, poseer buenos sentimientos, buenos pensamientos, realizar buenas obras, cuidar la adoración y la devoción, la búsqueda de la perfección o el aumento de las virtudes.

Al igual que el cuerpo animal, el alma también necesita de la higiene preventiva, y esta no es otra que la corrección de sus malos hábitos, sus defectos o sus enfermedades morales.

Al igual también que el cuerpo enfermo necesita de un médico, el alma humana también precisa de doctores que la sanen, y estos no son otros que los Profetas, los Imames y los verdaderos hombres de fe.

Todo este proceso encaminado a proteger al alma de su decadencia y procurar su emancipación es a lo que se llama purificación del alma, y es el más elevado de los yihads que un hombre puede afrontar.

La importancia de la purificación del alma es tal, que Allah (SWT) mencionó en el Corán a la purificación del alma como uno de los objetivos por el cual envió a los Profetas (P).

Los Profetas (P), tal como se refleja en la aleya que hemos leído al comienzo, tienen el compromiso de transmitir a los hombres los signos del Libro, instruirlos en él y enseñarles la Sabiduría, para a través de eso llevarlos a la purificación y conseguir desde los individuos puros, sociedades puras.

El Profeta Muhammad (PBd) dijo dirigiéndose a los musulmanes: “Es una obligación para vosotros preocuparos por las virtudes del carácter humano (el ajlaq), porque Dios me envió con esas virtudes”.

En otra ocasión también dijo: “Ciertamente fui enviado a vosotros para perfeccionar y completar las virtudes del carácter humano”.

Junto por ser uno de los objetivos de los Profetas (P), la purificación del alma, la purificación del carácter humano, la purificación de la ética y la moral, la purificación del ajlaq, como queramos decirlo, es de gran importancia también porque de ella depende nuestra propia salvación.

Dijo el Profeta (PBd): “No hay nada de más peso en la balanza del creyente en el día del Juicio Final que el buen carácter, (el buen ajlaq)”.

Por supuesto el buen carácter, el buen ajlaq, va ligado intrínsecamente a la purificación del alma, pues sin esa purificación es imposible alcanzar el buen ajlaq, ya que el carácter no es más que la manifestación de los estados del alma, y la purificación no es otra cosa que quitarle al alma todos esos malos estados que la aprisionan.

Dijo el Profeta (PBd): “Lo que más facilita a las personas de mi comunidad entrar en el Paraíso es el la piedad y el temor de Dios (taqua) y el buen carácter (ajlaq)”.

La importancia que en el Islam se da a la preocupación por la purificación del alma es máxima. Haciendo un recuento de las aleyas coránicas que se refieren a los asuntos prácticos del din podemos encontrar unas 500 referencias en el Corán, mientras que las aleyas que se refieren a las cuestiones del ajlaq son muchísimas más.

Hay un hadiz que nos cuenta que un hombre se acercó al Profeta (PBd) de frente y le preguntó “¿Oh Mensajero de Dios, qué es la religión?”, y el Profeta (PBd) le respondió “el buen carácter”. Después el hombre se le acercó por su derecha y le preguntó “¿Oh Mensajero de Dios, qué es la religión?”, y el Profeta (PBd) nuevamente le respondió “el buen carácter”. Por tercera vez el hombre se le acercó, esta vez por la izquierda y le preguntó “¿Oh Mensajero de Dios, qué es la religión?”, y el Profeta (PBd) por tercera vez le respondió “el buen carácter”. Finalmente el hombre se acercó nuevamente al Profeta (PBd), ahora por detrás, y le preguntó “¿Oh Mensajero de Dios, qué es la religión?”, y esta vez el Profeta (PBd) le respondió “¿Acaso no entiendes?. La religión es que seas capaz de controlar tu enojo”.

Existen igualmente muchas narraciones en las que se dice que en el Día del Juicio el hombre tendrá también castigos y recompensas por las cuestiones ligadas a su moral, por lo que también en este aspecto hay que comprender la importancia que para un musulmán tiene el tema de la purificación del alma, y como Allah (SWT) se preocupó por hacer visible esta realidad.

Por tanto hermanos, me exhorto a mí mismo y os exhorto a vosotros para que tomemos consciencia de la tremenda importancia que para cada uno de nosotros en particular, y para la propia comunidad en su conjunto, tiene que reparemos en esta necesidad de purificación de nuestras almas, y nos aprestemos a combatir en este yihad an nafs que nos permita perfeccionar nuestro ajlaq y alcanzar esa necesaria purificación.

Insha Allah seguiremos hablando de este tema.

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UAL ‘ASR...

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2ª Parte: De Balfour a Abu Kamal

اَللّـهُمَّ اِنّي اَفْتَتِحُ الثَّناءَ بِحَمْدِكَ، وَاَنْتَ مُسَدِّدٌ لِلصَّوابِ بِمَّنِكَ، وَاَيْقَنْتُ اَنَّكَ اَنْتَ اَرْحَمُ الرّاحِمينَ في مَوْضِعِ الْعَفْوِ وَالرَّحْمَةِ، وَاَشَدُّ الْمُعاقِبينَ في مَوْضِعِ النَّكالِ وَالنَّقِمَةِ، وَاَعْظَمُ الْمُتَجَبِّرِينَ في مَوْضِعِ الْكِبْرياءِ وَالْعَظَمَةِ،

Allahumma ini aftatihu azzana’a bihamdika. Ua anta musaddidu lissauaabi bimmanika. Ua aiqantu Annaka anta arhamu al rahimin fi mauadhi’i al ‘afui ual rahmati. Ua ashaddu al mu’aquibin fi maudhi’i annakaali ua annaqimati. Ua a’thamu almutayabbirin fi mauadhi’i alkibria’i ua al’athamati.

¡Allahumma!, comienzo el elogio con Tu alabanza, pues eres Tú quien conduce infaliblemente y por Tu Gracia, hacia la verdad, y porque he llegado al convencimiento de que Tú eres el más Clemente de los clementes cuando se trata del Perdón y la Misericordia. El más firme de los que castigan, cuando se trata del Castigo y de la Venganza. Y el más Grande de los grandes, cuando se trata de la Gloria y la Majestad.

اَللّـهُمَّ صَلِّ عَلى مُحَمَّد عَبْدِكَ وَرَسُولِكَ، وَاَمينِكَ، وَصَفِيِّكَ، وَحَبيبِكَ، وَخِيَرَتِكَ مَنْ خَلْقِكَ، وَحافِظِسِرِّكَ، وَمُبَلِّغِ رِسالاتِكَ

Allahumma salli ‘ala muhammad ‘adika ua rasulika. Ua aminika. Ua safiika. Ua habibiika. Ua jiaratika min jalqika. Ua hafithisirrika. Ua muballigi risalatika.

¡Allahumma!, Bendice a Muhammad Tu siervo y Tu Profeta, Tu confidente, Tu elegido, Tu bien amado y la mejor de Tus criaturas, el guardián de Tu secreto, el que comunica Tus mensajes.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى عَليٍّ اَميرِ الْمُؤْمِنينَ، وَوَصِيِّ رَسُولِ رَبِّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ‘aliin amir al mu’minin. Ua uasii rasuli rabbi al ‘alamin.

¡Allahumma!, Bendice también a Tu servidor ‘Ali, ‘Amir al mu’minin, heredero del Mensajero del Señor de los Mundos.

وَصَلِّ عَلَى الصِّدّيقَةِ الطّاهِرَةِ فاطِمَةَ سَيِّدَةِ نِساءِ الْعالَمينَ

Ua salli ‘ala assiddiqati at tahirati fatima saiidati nisa’i al ‘alamin.

Bendice también a la Verídica y Pura Fatimat az Zahra, Señora de las mujeres del universo.

وَصَلِّ عَلى سِبْطَيِ الرَّحْمَةِ وَاِمامَيِ الْهُدى، الْحَسَنِ وَالْحُسَيْنِ سَيِّدَيْ شَبابِ اَهْلِ الْجَّنَةِ

Ua salli ‘ala sibtai alrrahmati ua imaamai alhuda. Al hasan ual husain saidai shabaabi ahlil yannati.

Bendice también a los dos niños de la Misericordia, los dos Imames del Camino Recto, Hasan y Husein, Señores de los jóvenes del Paraíso.

وَصَلِّ عَلى اَئِمَّةِ الْمُسْلِمينَ، عَلِيِّ بْنِ الْحُسَيْنِ، وَمُحَمَّدِ ابْنِ عَلِيٍّ، وَجَعْفَرِ بْنِ مُحَمَّد، وَمُوسَى بْنِ جَعْفَر، وَعَلِيِّ بْنِ مُوسى، وَمُحَمَّدِ بْنِ عَلِيٍّ، وَعَلِيِّ بْنِ مُحَمَّد، وَالْحَسَنِ بْنِ عَلِىٍّ، وَالْخَلَفِ الْهادي الْمَهْدِيِّ، حُجَجِكَ عَلى عِبادِكَ، وَاُمَنائِكَ في بِلادِكَ صَلَاةً كَثيرَةً دائِمَةً

Ua salli ‘ala aimmati al muslimin. ‘ali ibn alhusain, Ua muhammad ibn ‘ali, ua ya’far ibn muhammad, Ua musa ibn ya’far. Ua ‘ali ibn musa. Ua muhammad ibn ‘ali. Ua ‘ali ibn muhammad. Ua Hasan ibn ‘ali. Ua aljalafi alhadi al mahdii. Huyayika ‘ala ‘ibadika. Ua umana’ika fi biladika salaatan kaziratan da’imata.

Bendice también a los Imames de los musulmanes: ‘Ali Ibn al Husein, Muhammad al Baqir, Ya’afar as Sadiq, Musa al Kazim, ‘Ali ar Ridha, Muhammad al Yauad, ‘Ali al Hadi, al Hasan al Askari y el Sucesor. Son Tus evidencias para Tus siervos y Tus confidentes en Tu nación (la tierra). Bendícelos, mucho y siempre.

اَللّـهُمَّ وَصَلِّ عَلى وَلِىِّ اَمْرِكَ الْقائِمِ الْمُؤَمَّلِ، وَالْعَدْلِ الْمُنْتَظَرِ، وَحُفَّهُ بِمَلائِكَتِكَ الْمُقَرَّبينَ، وَاَيِّدْهُ بِرُوحِ الْقُدُسِ يا رَبَّ الْعالَمينَ

Allahumma ua salli ‘ala ualii amrika alqa’imi almu’ammali. Ua al’dli almuntathari. Ua huqqahu bimala’ikatika almuqarrabin. Ua aiidhu biruhi alqudusi ia rabba al’alamin.

¡Allahumma!, Bendice igualmente al Tutor de Tu Orden (precepto), al Qa’im, el Levantador esperado y el Justo esperado. Rodéalo de Tus ángeles, los más próximos a Tu Gloria y sostenlo por el Espíritu Santo, ¡oh, Señor de los Mundos!.

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Hermanos, temamos a Allah con el temor de los esperanzados, afirmémonos en el Islam y aferrémonos al asidero más firme. E igualmente, seamos ordenados en nuestros asuntos.

Estimado Lord Rothschild. Tengo el placer de dirigirle, en nombre del Gobierno de Su Majestad, la siguiente declaración de simpatía hacia las aspiraciones de los judíos sionistas, que ha sido sometida al Gabinete y aprobada por él.

El Gobierno de Su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de este objetivo, quedando bien entendido que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, ni los derechos y el estatuto político de que gocen los judíos en cualquier otro país.

Le quedaré agradecido si pudiera poner esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.

Sinceramente suyo, Arthur James Balfour”.

A principios de este mes se cumplieron 100 años del acuerdo entre el sionismo y el Imperio Británico para la colonización de Palestina por parte de judíos europeos, alentados por la dirigencia sionista y bajo el mito religioso del retorno a la tierra prometida.

La carta que acabo de leeros, conocida como “Declaración Balfour”, fue enviada el 2 de noviembre de 1917 por el ministro de asuntos exteriores británico Arthur James Balfour al Barón Lionel Walter Rothschild, líder de la comunidad judía de Gran Bretaña e Irlanda, en la que se refleja parte del diseño de dominio del Oriente Próximo (Oriente Medio para los anglosajones) por parte de los británicos.

El apoyo práctico de los británicos al sionismo comenzó a materializarse tras la creación del mandato británico en Palestina después de la caída del Imperio Otomano tras la I G.M., facilitando la llegada a Palestina de colonos judíos, totalmente ajenos al territorio y sin vinculación alguna con el mismo, sentando así las bases para lo que más tarde sería la creación del ente sionista de Israel en 1948.

La Declaración Balfour, es un documento que muestra la complicidad entre el imperialismo británico y la dirigencia sionista, la cual poseía un gran poderío financiero y cercanía a los círculos de poder tanto en Gran Bretaña, como en Francia y en los EE.UU. A pesar de los intentos sionistas de presentar esta carta como la base jurídica de su supuesto derecho a una tierra que no les pertenece, la misma no es más que un documento de espíritu colonial que menospreciando los derechos de los habitantes de Palestina prometía a los sionistas algo que los ingleses no poseían y a lo cual no tenían derecho bajo ninguna ley internacional.

La realidad pronto demostró que el supuesto interés por los derechos de los no judíos en Palestina que mencionaba la carta no era más que pura hipocresía colonialista. El propio Balfour, en enero de 1919, mantenía lo siguiente en otra carta dirigida al gobierno británico: "En Palestina ni siquiera nos proponemos pasar por la formalidad de consultar los deseos de los actuales habitantes del país. Las cuatro grandes potencias están comprometidas con el sionismo, y el sionismo, bueno o malo, correcto o incorrecto, está basado en antiquísimas tradiciones, en necesidades actuales y en esperanzas futuras de mucha mayor importancia que los deseos o preocupaciones de los 700.00 árabes que ahora habitan esta antigua tierra".

La colonización progresiva protegida por el Imperio Británico propició que Palestina pasara de tener 85 mil judíos frente a 600.000 palestinos en 1915, a 600.000 mil colonos judíos frente a 1’5 millones de palestinos en 1947, alcanzando ya en ese año previo a la proclamación del ente sionista como estado 1/4 de la población de Palestina.

La incrustación de ente sionista en el corazón del mundo árabe e islámico, lejos de ser asimilada con naturalidad en este entorno, ha actuado desde el comienzo de la colonización sionista y hasta nuestros días como célula cancerígena que ha tenido un impacto catastrófico sobre la vida de millones de personas, no sólo en Palestina, sino en el conjunto del Oriente Próximo, y más allá de esto en las relaciones políticas y geopolíticas internacionales desde mediados del S. XX hasta la actualidad.

Esa no asimilación natural de un ente artificial y colonial como el sionista, entre otras cosas porque desde su inicio la colonización sionista ha estado acompañada de la violencia, el crimen y el racismo contra la población autóctona de Palestina, la cual siempre ha sido tratada únicamente como mero ganado a exterminar, ha forzado a que los patrocinadores de la ocupación de Palestina hayan tenido que prestar un permanente apoyo vital para la supervivencia forzada del régimen sionista en la tierra usurpada de Palestina.

El diseño del colonialismo occidental para Oriente Próximo, y no sólo británico tras la II GM, no aspiraba únicamente a la implantación del ente sionista en Palestina para satisfacer a las élites sionistas de sus países, sino sobre todo al dominio total de la zona tanto para el control de las rutas comerciales con Oriente como, y sobre todo, para el expolio de las riquezas petrolíferas descubiertas en buna parte de los países de la Oriente Próximo.

Esto ha devenido en una inseparable conjunción de intereses, constantemente aireada de manera chantajista por el sionismo para garantizarse la continuidad indefinida de la protección de los países colonialistas de Occidente y los vasallos de estos, para la supervivencia de ese régimen, sean cuales sean sus crímenes y desvaríos políticos.

La claudicación de los países árabes y musulmanes ante la supuesta realidad de lo que el sionismo y sus secuaces conocen como Estado de Israel, que ellos denominan “normalización” ha sido la aspiración última de la asociación colonial-sionista.

Camp David fue la primera materialización de esa pretensión, con el agravante de que fueron quienes se decían representantes de la resistencia palestina los primeros en firmar esa claudicación. Sin embargo el tiempo ha demostrado que lejos de todas las promesas y supuestas garantías a los palestinos, esos acuerdos, como lo expresado al respecto en la Declaración Balfour, no fueron más que palabrería cosmética en un papel mojado que sólo pretendía una rendición incondicional.

Dando un salto en el tiempo tras el que entre otras cosas se deja atrás el mito de la invencibilidad militar sionista tras sus repetidos fracasos en el Líbano, nos encontramos que esos acuerdos de Camp David no sólo no alcanzaron lo fines pretendidos por no haber arrastrado a la claudicación formal general, sino que pasados estos años la Resistencia antisionista en la zona era cada vez más poderosa, a pesar de los deseos de muchos de los propios estados de Oriente Próximo, especialmente del Golfo, que sin haber firmado formalmente la claudicación, si son aliados de los sionistas esperando con ello garantizar la supervivencia de sus propios regímenes.

Llegados a este punto, de la mano de la dirigencia estadounidense Obama/Clinton (con el apoyo por supuesto del colonialismo británico y francés, y evidentemente del propio sionismo), se puso en práctica un plan trazado años antes. Se llevó el ejemplo de las “revoluciones de colores” a los países árabes con el objetivo de destruir de facto a todos aquellos que no se hubieran doblegado ya a la claudicación o a los simplemente volátiles, con el fin de que un cordón de protección de países sometidos alrededor de la ocupada Palestina hiciera igualmente imposible la acción de la Resistencia.

Tras experimentar con éxito en Libia, se pretendió reproducir la experiencia en el país clave para ese plan de salvaguarda sionista, Siria. Pero Siria no era Libia, y el plan inicial fracasó.

La opción B siempre que no se consigue dominar un país es convertirlo en un estado inviable mediante el caos continuo, y para eso los países del Golfo y también Turquía se prestaron gustosos a apoyar a los países coloniales inundando Siria de grupúsculos wahabistas armados afines y más tarde, ante la incapacidad de estos, crear el Daesh el cual también expandieron a Iraq con el mismo propósito.

Siguiendo la evolución de los acontecimientos en estos años, hemos podido comprobar que ni la manipulación informativa, ni toda la propaganda vertida en Occidente, ni todas las maquinaciones políticas de los colonialistas y sus vasallos, han impedido que al contrario de lo pretendido, la Resistencia se haya extendido y fortalecido más que nunca, y que tanto Siria como Iraq, en vez de haber claudicado ante las pretensiones colonial-sionistas, han sido capaces de vencer en esta fase de la confrontación.

La conquista de la ciudad siria de Abu Kamal por las fuerzas de la Resistencia, entre las que al mando del General Qassem Suleimani se encontraban además de unidades sirias y asesores del Pasdaran iraní, miembros del Hizbullah libanés, de las milicias iraquíes, de la unidad Fatimiyun afgana y la unidad Zainabiun paquistaní, con el apoyo de la aviación rusa, y a pesar de todo el apoyo prestado en esa batalla por los EE.UU. y sus secuaces al Daesh para evitar la pérdida de esa ciudad, ha marcado por su derrota el fin de la estrategia de delegar la guerra en grupos armados wahabíes.

Abu Kamal no sólo ha sido la derrota del Daesh, no sólo ha sido la derrota de Arabia Saudí y sus esbirros del Golfo, no sólo ha sido la derrota de los EE.UU. y el resto del colonialismo occidental, Abu Kamal ante todo ha representado una derrota más del plan de dominación sionista, alejándolos aún más de lo que estaban al principio de la aspiración de eliminar a la Resistencia.

Pero ojo, nunca hay que bajar la guardia en tanto la ocupación sionista de Palestina se mantenga y los esbirros traidores sigan gobernando y actuando en tierras árabes y musulmanas. Fracasado también el plan B, servido está el plan C.

El colaboracionismo kurdo fue fundamental para el despliegue y operaciones del Daesh en Iraq, e igualmente en Siria se ha convertido en la nueva herramienta al servicio de los intereses desestabilizadores de la alianza colonial-sionista. En Iraq este elemento desestabilizador se ha conjurado a la par que su socio takfiri ha sido eliminado, si bien en Siria con una apuesta occidental por este elemento mucho más fuerte que la que podía permitirse en Iraq, hace que este plan C siga estando vivo.

Insha Allah pronto podamos unir el nombre de Raqqa al de Abu Kamal y al de otras ciudades antes liberadas como Alepo, Arsal, Palmira o Mosul, y sobre todo podamos unir a la lista de ciudades liberadas las de Meca y Medina, que serán las que antecedan a la liberación de Al-Qods, la cual marcará el fin definitivo del sueño sionista, enterrando para siempre la promesa del señor Arthur James Balfour.

Alabado sea Allah al principio y al final.

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Hermanos, pido el perdón de Allah y Su Indulgencia de para mí y para vosotros, y pido por el perdón de mis pecados y los vuestros.

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KUL HUA...

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Allahumma acepta nuestros ayunos realizados en este mes de Ramadán.

Allahumma otorga alegría a los habitantes de las tumbas.

Allahumma enriquece a todo pobre.

Allahumma sacia a todo hambriento.

Allahumma viste a todos los desnudos.

Allahumma salda la deuda de todo deudor.

Allahumma consuela a todos los entristecidos.

Allahumma retorna a todos los extraviados.

Allahumma libra a todo prisionero.

Allahumma soluciona todos los problemas de los musulmanes.

Allahumma da curación a todos los enfermos.

Allahumma pon fin a nuestra pobreza con Tu opulencia.

Allahumma cambia nuestro mal estado con Tu buen estado.

Allahumma mantennos firmes en Tu camino, y protégenos de la negligencia en el cumplimiento de nuestros deberes hacia Ti.

Allahumma lo que Tú nos has hecho saber de la Verdad, háznoslo aplicar y lo que de la Verdad se nos ha escapado indícanoslo.

Allahumma infunde temor ante la opresión sobre Tus siervos. Asiste a aquellos que no encuentran protector salvo en Ti. Restablece lo que fue alterado de los dictámenes de Tu Libro. Fortalece lo que procede del mensaje de Tu religión, así como la Tradición que procede de Tu Profeta (PBd).

Allahumma ayuda a todos aquellos que combaten verdaderamente en tu nombre y por tu causa y otórgales la victoria.

Allahumma, apresura la reaparición de nuestro maestro, Imam az Zamaan, Al Mahdi (P), que nuestras almas y las de todos en el universo se sacrifiquen por él, e inclúyenos entre sus ayudantes y soldados. Aamiim.

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Jutba pronunciada por el Presidente de la Comunidad Islámica Duodecimana Baiatullah, Mikail Alvarez Ruiz